jueves, 17 de octubre de 2013

BASHAR AL ASAD, NÓBEL DE LA PAZ.

           

Cuando el 9 de octubre 2009 la Academia noruega, comunicaba la adjudicación del premio Nobel de la paz a Barak Obama, a la sazón presidente, casi recién estrenado de Estados Unidos, muchas fueron las voces críticas a esta decisión. La academia justificó este galardón manifestando que: “Obama, como presidente, ha creado un nuevo clima en la política internacional. La diplomacia multilateral ha recuperado una posición central, con énfasis en el papel que, las Naciones Unidas y otras instituciones internacionales, pueden desempeñar. El diálogo y las negociaciones son preferidos como instrumentos para resolver incluso los conflictos internacionales más difíciles. La visión de un mundo libre de armas nucleares ha estimulado poderosamente las negociaciones de desarme y control de armamentos. Gracias a la iniciativa de Obama, los EE.UU. ahora está jugando un papel más constructivo en el cumplimiento de los grandes desafíos climáticos que el mundo afronta. Democracia y derechos humanos han de ser reformados.”[1]