domingo, 15 de noviembre de 2015

DE SINYAR A PARÍS, LA GUERRA CONTRA EL TERROR.

Empiezo a escribir estas líneas en un creciente estado de indignación e impotencia por tanto dolor ajeno. Un estado de furia mal contenida ante la injusticia que va cobrando fuerza a medida que transcurre el tiempo y la cifra de muertos aumenta. Lo que todos temíamos que volviera a suceder ha tenido lugar ayer por la noche en París. Si en junio de 2014 la nube de la brutalidad más absoluta se cernía sobre el tercio norte de Iraq y flanco el oriental de Siria, bajo la siniestra bandera de un grupo de criminales que se autodenominaban el Estado Islámico de Iraq y Levante, en 2015, Francia ha tenido que sufrir en, al menos, tres ocasiones, y Dinamarca una, los nubarrones de algunos de sus desnortados acólitos.